
¿Tu cachorro salta, ladra, tira de la correa o se niega a andar?
No es un problema de obediencia, sino de perspectiva.
A menudo, lo que hacemos con nuestros cachorros lo hacemos desde el corazón, pero con una mirada humana.
Sin darnos cuenta, ignoramos su forma de entender el mundo y terminamos generando más frustración en lugar de ayudarles.