¿Te ves reflejada en alguna de estas situaciones?
- Te frustra no saber por dónde empezar.Lees, escuchas, preguntas... pero cuanto más haces, más nervioso parece tu cachorro. Nada encaja y todo te abruma.
- A veces te desespera lo que hace. No entiendes por qué se comporta así. Te enfadas. Luego te culpas. Y te duele pensar que estás estropeando vuestra relación.
- Te sientes perdida con sus reacciones. ¿Por qué ladra a otros perros? ¿Está jugando? ¿Molestando? ¿Deberías intervenir? Cada persona te dice una cosa distinta... y tú solo quieres entenderlo.
- Te repiten que está “mimado”, que necesita “límites”.. Pero nadie te explica cómo hacerlo sin dejar de ser tú. Empiezas a dudar de ti misma, y poco a poco, dejas de disfrutar esta etapa.
- El juego no ayuda como esperabas. Le ofreces actividades para que se relaje, pero parece más acelerado. Te preguntas si lo estás haciendo bien... y te vuelve la frustración.
- Te sientes sola. Quieres hacerlo bien, pero no sabes cómo. No quieres seguir enfadada con él, ni contigo. Pero tampoco encuentras una forma que te haga sentir paz.
- Tu cachorro no “te hace caso”... y te dicen que eso es un problema. Pero tú no quieres simplemente “obediencia”. Quieres entendimiento, vínculo, confianza. No sabes cómo lograrlo, pero sabes que tiene que haber otra forma.
Empezamos el 15.9.2025
Plazas limitadas.

