¿Te ves representada en
alguna de estas situaciones?
- Te frustras por no saber cómo empezar, a quién hacerle caso, cuándo o cómo hacer las cosas. Empiezas a hacerlo todo, nada le da resultados, el cachorro sólo está más nervioso y menos receptivo.
- No entiendes por qué hace tu cachorro lo que hace, te saca del quicio y te enfadas. Luego te sientes mal por haberte enfadado, te culpas por no saber hacerlo mejor, te frustras con tu cachorro. Escuchas comentarios de tu entorno y te hieren profundamente.
- Tu cachorro ladra a todos los perros que ve en la calle, o huye de ellos o se abalanza. No sabes si está jugando, si está incordiando, si tienes que cortarlo, cuando, cómo. Lo único que quieres es entender esto y saber si es normal, si tienes que hacer algo y cómo hacerlo. Te frustras porque cada uno te dice una cosa y tu sientes otra.
- Te dicen que tienes tu cachorro muy mimado, que le tienes que poner límites pero no sabes cómo. Te sientes abrumada porque empiezas a creer que tu cachorro “hace contigo lo que quiere” y te enfadas. Pruebas diferentes formas de hacerle “entender” y nada te funciona. Dejas de disfrutar de la decisión de tener un cachorro.
- Juegas con tu cachorro para que se canse, pero no lo consigues. De hecho te da la sensación de que cada vez está más acelerado. De nuevo, oyes mil y una opinión y no sabes qué hacer. Vuelves a frustrarte porque tu cachorro o no quiere jugar o parece no tener nunca suficiente.
- Te sientes frustrada porque no quieres estar enfadada con tu cachorro, pero no sabes cómo evitarlo y no cargarte vuestra relación. Te culpas por no hacer las cosas bien, por no entenderlo de todo, por no atenderlo “como toca”. Escuchas diferentes opiniones y te agobia no saber por dónde tirar, te sientes sola y entras en un bucle en el cual dejas de cuidarte a ti misma y te vuelcas única y exclusivamente en el cachorro.
- Tu cachorro no te hace ni caso, te dicen que tiene que hacerte caso. Tú sabes que, tal vez, eso no es el problema, pero tampoco tienes herramientas para solucionarlo. Quieres que te obedezca, pero al mismo tiempo quieres entenderle y tener una relación respetuosa con él. Te desborda la situación y estás a punto de tirar la toalla.
Las plazas de la academia son limitadas
para asegurar una atención excelente.
Una vez cubiertas, el acceso se cierra.
Válido hasta 25.11.2024