Evitar o no la frustración en los cachorros es un tema que, a menudo, genera dudas.
Dependerá de la línea de trabajo del profesional, te dirá una cosa u otra. Yo, obviamente, te voy a dar mi punto de vista basado en mi experiencia, formación y vivencias.
La frustración es un proceso natural. ¿A quién no le ha pasado frustrarse porque no salen las cosas, enfadarte porque algo no te funciona o que no está como a ti te gustaría?
Pues a los cachorros les pasa igual. En sus primeros meses de vida necesitan aprender muchas cosas. Pero además, tienen que adaptarse al mundo humano. Lo cual supone más aprendizaje todavía y ergo más frustraciones posibles.
Una ligera frustración nos empuja a seguir, a indagar y a descubrir cómo hacer las cosas al final. Los cachorros se frustran porque no saben subir escalones, porque no pueden abrir una puerta y llegar a dónde quieren, porque no saben gestionar x situación, porque no pueden romper un palo, sacar un juguete o conseguir algo que desean.
Y esto no es un problema en absoluto, en mi opinión.
La frustración en los cachorros se convierte en un problema cuando hay demasiada.
Y ahora viene la pregunta del millón: ¿Cómo puedo saber si mi cachorro sufre de demasiada frustración?
Hay indicadores que te pueden dejar muy claro que a tu pequeño le está costando gestionar el día a día. Tu cachorro puede estar inquieto continuamente (no, los cachorros no necesitan actividad continua, al revés – necesitan mucho descanso), pero también puede estar muy apagado. Dependerá del carácter de tu cachorro: puede estar más enfadado, nervioso o puede tirar la toalla.
Por eso es tan importante CONOCER A TU CACHORRO, para que sepas leer estas señales.
Pero no sólo es trabajo de conocer a tu pequeño y su lenguaje para poder prevenir exceso de frustración. También es cuestión de ser consciente de lo que le ofreces tú a tu cachorro a diario.
Los retos que le presentas son aptos para él? ¿Está listo para solucionarlos?
Con retos no me refiero simplemente a como cuando le preparas una caja con cosas interesantes y a ver si puede sacarlas – que es un reto chulo también, pero me refiero a la vida misma.
Hazte algunas preguntas:
¿Tu entorno es complicado para tu cachorro?
¿Estás siendo demasiado protector/@ con él o ejerces demasiado control?
¿ O por contrario, le dejas que «se las apañe sólo»?
Las respuestas te ayudarán a guiarte en el mundo de la frustración de los cachorros, porque de esa manera empezarás a ser consciente, no sólo de cómo es tu cachorro, pero también si tú mism@ lo estás metiendo en situaciones que favorecen su desarrollo o si son demasiado difíciles y hacen justo lo contrario – impedirlo.
Y por supuesto, si sientes que necesitas ayuda con tu cachorro, escríbeme o pásate por la academia. Estaré encantada de acompañarte.